 
Muchas veces me he puesto a pensar que Mr.
President, seguramente no nació en el Estado Barinas sino más bien en la
Habana de Fidel. Su apego irrestricto a la doctrina comunista impuesta
por Mr. Castro; expone un nivel tan elevado de fanatismo que incluso
llego yo a pensar, que hasta los mismos marxistas de la isla se quedan
sorprendidos cuando escuchan hablar a nuestro nada ilustre presidente.
Realmente hay que ser bien tapado para convalidar a un régimen que solo
por medio de la fuerza y la intimidación ha logrado penosamente
subsistir hasta nuestro días. No obstante; luego de 7 años de ser
testigo impávido de las actuaciones de este actor político que gusta del
histrionismo presidencialista repleto de ineficiencia, queda deducir que
su connotada entrega al régimen Castrista es verdadero y auténtico.
Obviamente ama más a Cuba que a nuestro país. Lamentablemente para
nosotros los ciudadanos que no militamos en ningún partido político, no
tenemos mayor influencia para expresar nuestro rechazo a este tipo de
comportamiento.
El problema actual es que Mr. President no
reconoce fronteras entre Venezuela y el istmo comunista del Caribe.
Somos algo así como un territorio conquistado que ha sido indexado a
esta nueva forma de colonialismo. Cuba a recibido más aportes
económicos que nuestro propio Estado Vargas. En estos momentos la
capital de la isla esta siendo electrificada mientras que nuestro
litoral central, sucumbe ante las penurias de un viaducto derrotado por
la ignorancia y la corrupción; que desde la tragedia producida por el
deslave, no ve luz de progreso por ningún lado sino por al contrario, su
población como que va a tener que tomarse en serio lo de las chalanas
improvisadas que utilizan los Cubanos para irse a Miami a manera de
préstamo, darse una vuelta por la costas de Fidel y experimentar en esas
tierras la gran siembra del petróleo que Mr. President viene realizando.
¡Que ironía! ¿quién iba a imaginarse esta contrariedad democrática en
tiempos de revolución?.
En Venezuela
todo es posible, porque buena parte de nuestros talentos autóctonos
consisten en batir cualquier lógica. Por un lado somos
millonarios y al mismo tiempo somos marginales. Por el otro; surge
un líder militarista que con un discurso nacionalista siembra el
petróleo pero lo hace más allá de nuestras fronteras; sin darnos el
chance para saborearlo y así vamos redactando una larga lista de
contrariedades que solo aquí son posibles y viables. Somos un país
digno para ser estudiado con más empeño que el dedicado a antiguas
civilizaciones como la egipcia o la sumeria. La lógica de la ilógica
aplicada en un proceso reversible y semántico que nos conduce
exactamente a ningún lado. En el fondo no me hace gracia pero es que
tenemos que reconocer que somos únicos y 100% originales.

Dejando a un lado
este matiz humorista que por alguna razón salió a relucir, retomó el
tema central del artículo de hoy y que tiene que ver con la imagen
en la portada. Mr. President definitivamente abandonó el liqui-liqui
aquel que usaba en sus tiempos de campaña vanguardista por una
típica Guayabera Cubana. Sus palabras son idénticas a la de los
cubanos anti-imperialistas, solo que el termino DEMOCRACIA no es ni
puede ser empleado por los residentes de la bendita isla (lujo que
el se da) al momento de criticar a los Estados Unidos. En Cuba
se cita "nosotros los comunistas estamos en contra de Bush" pero en
boca de Mr. President se dice: "Nosotros los demócratas nos oponemos
a la democracia imperialista". ¿Quién puede entender esta vaína?
Opto; por dejar el tema por que nuevamente me esta dando risa algo
que no debería producírmela. (Somos la madre de las
contradicciones).
La realidad es
que Chávez desconoce más de lo que dice saber. Su ineficiente
gestión parte de un principio fundamental y es que: "el que no sabe,
enreda". para ser claro y preciso. Su ignorancia en la
administración de los bienes e ingresos públicos es tan elocuente
que no hace falta reparar en ella con mayores detalles. Todos somos
testigos presénciales de lo que nos ha venido ocurriendo. Y nos
corresponde o bien seguir siendo comparsas de esta locura comunista
o materializar nuestras ansias por un cambio justo de una manera
mucho más vehemente que la manifestada hasta el momento.

Mr. President jamás
ha puesto los pies en suelo Norteamericano con excepción de su
visita a la Naciones Unidas. El ignora claramente como vive la
población Norteamericana y no comprende que más del 65% de su gente
es clase media. Obviamente no sabe lo que se siente conducir por
una autopista con 8 canales de circulación y transitar por un
país que esta repleto de vías de comunicación debidamente
"asfaltadas" sin la aparición de huecos y troneras cada 20 metros.
Mucho menos que Venezuela es el equivalente a un solo estado de la
unión americana. Lo que para nosotros es un estado para ellos no es
más que un suburbio. Para colmo; existe un programa llamado medic-care
que se traga a nuestro seguro social en un santiamén. Que por allá
en esas tierras que tanto critica, existen planes de retiro. Algo
que en Venezuela no se sabe lo que es. En nuestro país las abuelitas
se mueren en casa mientras que por los predios gringos la historia
es otra. Solo la Disneylandia de Walt Disnety factura más que
nuestros ingresos no petroleros y en fin; aquí puedo estar días
enteros, citando miles de ejemplos dignos de ser emulados. No
obstante; en lugar de copiar y emular lo bueno, el presidente de no
todos los Venezolanos se ha convertido en una suerte de Vene-cubano
que no ve más allá de sus propias narices. Lamentablemente; no
entiende que la principal diferencia que tenemos con los Estados
Unidos es que ese país esta mejor organizado y diariamente se
experimenta una vaína llamada TRABAJO. En el país del Norte si usted
no trabaja pues sencillamente no prospera y fin del asunto.

¡Venezuela lo
que necesita son de empleos productivos y estos solo pueden provenir
del sector privado!. Mientras que el estado Venezolano persista
en su actitud estatista, seguiremos condenados a seguir siendo una
nación sub-desarrollada en todos los sentidos imaginables.
¡Que vaína Mr.
President, tanto que hay por hacer y usted metido de frente en esa
jerga REPLETA de Cubanismo empobrecedor e improductivo!
¡Vamos directo hacia la PEROLANDIA DEL SIGLO XXI!
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