Ciento de veces me he preguntado la razón
por la cual Mr. President se ufana tanto al hablar de si mismo,
regodeándose siempre de cuanto servil haya en el gobierno. Por una parte
creo que no se trata solo de reforzar y darle credibilidad a su imagen
de presidente sagaz, pretendiendo de que se las sabe todas más una. En
lo profundo de mi reflexionar intuyo que esto no es más que inseguridad
y temor. Quién mucho abarca poco aprieta y él esta viviendo en carne
propia, la odisea de este vocablo popular.
El primer punto que debe atender un
presidente en su agenda, es la delegación de responsabilidades y velar
por el cumplimiento de las mismas. Facilitando como es natural pensar,
el dialogo de todos los que participan en esta tarea. El fin común. La
consecución de los objetivos y sobre todo permitir que la obra realizada
hable por si misma. No obstante; en nuestro país no ha venido ocurriendo
eso. En esencia la imagen que se produce en los medios de comunicación
es la que cuenta para suplir la percepción de lo ganado. Venezuela ha
pasado a ser un país de lo más extraño. Todo se concentra en términos
de rating y posicionamiento. Nuestro comportamiento es tal; que ya ni
las encuestas cuentan porque al someter a las grandes audiencias a
un constante bombardeo informativo, se altera y se suplanta el libre
pensamiento de cada ser individual.
Los planes de desarrollo o cualquier labor
social es estimada, no por el efecto real que esta tendrá, sino por el
bullicio comunicacional que habrá de generar. La popularidad política
priva sobre cualquier otro criterio.
Hoy, si nos detenemos a consultarle a
cualquier ciudadano su opinión con respecto a cualquier aspecto de la
realidad gubernamental, inmediatamente aflora un conjunto de expresiones
que muy probablemente este ciudadano no pensó sino que más bien las
acopio, bien de una alocución encadenada o en un informativo de
Globovisión, lo que atrae a colación otra frase popular, "lo que
parece ser es más importante que lo que es".
En Venezuela todo se maquilla, en lugar de
contar con una verdadera percepción de la obra delega en cientos de
miles de funcionarios públicos que para eso estan; resulta que tanto el gobierno como los
medios privados se debaten en la labor de ser la chica Max Factor y con
sus cajas repletas de polvos maravillosos, mitigan la capacidad de
pensar de cada quien. El libre pensamiento ha sido secuestrado por los
manipuladores de masas. El pensamiento productivo el cual obra siempre
en beneficio de todos, se ha perdido en una selva de anarquismo
informativo.
Por un lado el gobierno en su afán de
refrenar cualquier opinión adversa (por valedera que esta sea); invierte
cualquier cantidad de dinero público para que la gente piense lo
contrario y por el otro, los medios han mutado al sensacionalismo
instantáneo. Ahora bien; ¿Que beneficio positivo produce esta
actuación?. Yo sinceramente no le veo ninguno. Muy por al contrario lo
que aprecio es un elevado nivel de insensatez e inmadurez en todo lo que
se esta gestando. Definitivamente durante todos estos años de
seudo-democracia Adeca-Copeyana, aunada ahora con este demo-comunismo,
deja entrever una gran ignorancia en todo lo que atañe al desarrollo
pleno de un país. Ignorancia que lo único que esconde detrás de si, es
la avidez y la codicia por el dinero de una nación. El ponme donde hay
sigue vigente y eso no ha cambiado en lo absoluto.
Un presidente que vive metido en el lado
oscuro del alma humana, que interpreta todo evento como una aversión a
sus ideas y ve conspiraciones donde no las hay. ¿cómo puede sentirse
tranquilo? Cuanto demonio tiene Chávez por dentro, no pasan ni
unas horas cuando estos ya están corriendo por cuanta mente inadaptada
pulula en nuestro continente. Vuelan a las manos de cientos de
periodistas y nadie se da cuenta que a lo que se le esta haciendo
publicidad, es al lado perverso del espíritu humano. Algo que todos
llevamos por dentro y que procuramos combatir a punta de credos,
rituales e iglesias pero en esta materia no hemos conquistado mayor
éxito. La naturaleza humana tiene mucho que ver con la
jungla en la que estamos viviendo.
¿En qué se diferencia el propio Chávez de su
homologo George Bush? Para mi en nada. Más bien las similitudes son
desconcertantes. Bush quiere convencer a una parte del planeta de que la
guerra es necesaria y Mr. President quiere lavarle el cerebro a 26
millones de personas para que lo apoyemos en su cruzada comunista a
costa de nuestras propias aspiraciones de desarrollo personal y de
integración coherente en sociedad. Cuando el ejercito norteamericano
recibe una orden no le queda otra más que acatarla y lo mismo quiere
hacer este fulano con nosotros.
Concluyo en algo simple: El que se eleva
a si mismo será rebajado y ante este inevitable destino, deseo que Mr. President
algún día tenga el valor y el coraje de humillarse ante Dios y que actúe
conforme al deseo de éste. No acuda a otro hombre para que le diga como
hacerlo. Bolívar, el Che, Fidel y Bush han bañado
sus manos y destinos en sangre. La sangre derramada debe ser lamentada y
no alabada. No hay honra cuando se enarbolan las banderas de otros
mortales que han recurrido a la muerte para imponer y saciar su propia
sed de ambición personal amparada en
un supuesto ideal colectivo.
REPÍTASE UNA Y OTRA VEZ CUANDO CAMINE POR
PALACIO QUE BOLÍVAR NO ES DIOS NI TAMPOCO CAIGA EN LA TRAMPA MEDIÁTICA
DE QUE LA VOZ DEL PUEBLO ES LA VOZ DE EL. ESTO NO ES MÁS QUE PURA PAJA
MAQUILLADA CON ALGO DE RATING Y POSICIONAMIENTO.
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