En el día de hoy; luego de celebrar
una típica conversación de "arreglemos el país mientras nos
tomamos un cafecito" con una de esas amistades que se van
formando a través de la vida, decidí tomar en consideración una
importante recomendación que me dio y que no era otra que: "recuerda
que no todo puede ser anti". Para una persona como yo, que ama a
su país pero que al mismo tiempo detesta la incongruencias que se
han venido manifestando no sólo en los últimos 7 años, sino que pica
y se extiende a varias décadas vividas en la llamada cuarta
república. Tal consejo me sensibilizo, por lo que he decidido
dedicar parte mi tiempo libre a ilustrar lo que para mi sería el
país de mis sueños. Un país que a primera vista me lo imagino sin
Chávez en la presidencia como es lógico pensar. Por que no podemos
aspirar al perfeccionamiento del sistema democratizo, si su
principal representante se da a la tarea de querer convertirnos en
un país comunista bajo engaño.
No obstante; activar la imaginación
haciendo de cuenta que el "siempre golpista" dejo de conducir a
Venezuela, se me adviene a la mente un escenario refrescante que
quizás tenga la virtud de vivirlo o de verlo surgir entre las
cenizas de esta revolución insulsa, precaria, corrompida, corrupta,
retrograda, populista, militarista con sus desventuradas ansias de
dejar de ser una utopía resquebrajada ante la cual se ciñen un
puñado de nuevos ricos de turno, cuyos fines son a todas luces
oscuros, llenos de improvisación, sin progresismo, donde la retórica
fantasiosa huye de la realidad palpable que se agrupa en la imagen
tacita y palpable, que rodea nuestras principales ciudades y que en
los textos figura como los llamados "cinturones de miseria". En la
cual cientos de partidarios de este socialismo del siglo XXI,
menosprecian cualquier logro alcanzado por los antiguos gobiernos,
se apropian de estos y luego salen a revenderlos como si fueran
suyos, cuando en realidad no han sudado ninguno de esos esfuerzos y
ni se han preocupado en mejorarlos. Su mejor argumento para
ganar adeptos no ha sido más que la apelación de un falso discurso
nacionalista, que en teoría revindica a los desposeídos y que
supuestamente les otorga el poder de decisión sobre su destino.
Me resulta triste y embarazoso que
estas líneas sirvan de preámbulo para darle rienda suelta a este
sueño que he decidido escribir. Una Venezuela hermosa, robusta,
plenamente diversificada en su economía, con un sistema social que
no deje a nadie por fuera ni al más rezagado de nuestros ciudadanos,
que despierte admiración por su capacidad de atender las
dificultades a corto, mediano y a largo plazo, cuyo espíritu de
compromiso con la construcción del país sea entendido como la
sumatoria de cada uno de nosotros como individuos, que nuestro amor
por el trabajo sea la principal credencial con la que nos
identificamos, que nuestra labor sea retribuida en la
contra-prestación de mejores servicios públicos y que no se limite
al cobro de impuestos. Que la labor social nunca más sea tomada como
la bandera de una parcialidad política porque esta nos corresponde a
todos. Ahora bien; necesariamente para imaginar una Venezuela
posible imbuida en el perfeccionamiento y el progresismo constante,
debemos mantener en plena conciencia todo aquello que se ha
intentado y que de manera evidente a fracasado.
Los subsiguientes artículos se
corresponden a mi manera particular de analizar la realidad que me
rodea. No cito libros ni autores renombrados. No expongo las
experiencias de otros países, ya que nadie aprende por la
experiencias de otro. De ser así; no estaríamos hablando y
comentando sobre nuestro subdesarrollo, repleto de militarismo,
populismo, rentismo petrolero, endeudamiento, comunismo,
neoliberalismo y una inmensa lista de teoremas que en su totalidad,
lo que han hecho es interferir en una correcta observancia de la
realidad. Esta expresión del comportamiento humano que procura meter
nuestras necesidades individuales y colectivas dentro de un esquema
limitado que alguien en algún momento redacto y que sucesivamente
adoptamos como praxis de nuestro sistema, es la principal causa que
explica nuestro fracaso en lo económico y en lo social.
Ninguna tendencia política tanto de
izquierda como de derecha. puede explicar el acontecer de la
sociedad. Sencillamente somos y estamos. Desde el momento en que
nacemos y compartimos nuestra vida, nos encontramos regidos por la
influencia social de nuestros semejantes. Todo el panorama se
complica cuando el dinero pasa a ser la prioridad. Su obtención y
acumulación en una sociedad no educada, nos vuelca en una conducta
errática, ciega, egoísta e hipócrita, que deriva inexorablemente en
una visión de nosotros mismos, irreal y desapegada de aquellos
valores a los cuales en teoría nos debemos. Los Venezolanos tenemos
que aceptar que nuestra indiferencia hacia los sectores menos
favorecidos, no sólo es una labor que le corresponde al gobierno
sino a todos por igual. No obstante; mientras que nuestra sed por
hacernos de un avance social personal, nos aislé del bien común;
pues nos seguiremos degradando hasta que un día la podredumbre,
alcance niveles insostenibles, marginando incluso a las generaciones
que nos sobrevendrán por muchos y largos años, si no reaccionamos
responsablemente ante este llamado que nuestro país ha estado
requiriendo desde su fundación como república. Sencillamente no
tendremos nada de que enorgullecernos.
Ahora bien; me atrevería a asegurar
que nuestro dilema a través de todos estos años es ¿cómo
manifestar de manera efectiva nuestro interés por el bien y el
progreso de nuestros semejantes?. Intuyo que la mayoría de las
personas que formamos parte de esta sociedad nos preocupa ver el
progreso de algunos y el fracaso económico de tantos. Ahora
bien; lamentablemente hemos permitido que se consolide una forma
gobernar que no ha estado a la altura de esta premisa. Si cada
núcleo familiar esta ocupado en sus labores habituales ¿De donde
sacaría el tiempo para ir a dedicárselo a sus congéneres? La
respuesta evidente, es que delegamos estas tareas en la clase de
política. El pretender que sean ellos, los encargados de esta
función, luce lógico y evidente. No obstante; se nos pasa por alto
una actividad no endosable a otros, que no es otra que el exigir
resultados.
Venezuela no ha sido educada para
exigirle a sus líderes políticos una rendición de cuentas de sus
actividades y de igual forma, los políticos se han negado en darlas.
Su desempeño es valorado posteriormente con informaciones dispersas,
carentes de una uniformidad convincente. He aquí un punto
coyuntural que debe ser resuelto para poder imaginarnos un país de
ensueño. Y este dilema tiene ver con la forma en que se puede
desglosar y establecer la ínter actuación de los elegidos y sus
electores. Yo no he descubierto el agua tibia pero intuyo como
cualquiera; como se manejan los grifos para generarla. ¿Solución?
01. Re-vitalizar el sistema podrido
de correo nacional Venezolano. La inoperancia de esta
institución pública ha hecho más daño al estado que cualquier otra
institución. Una nación que se defina como democrática, debe estar
informada sobre particularidades. La fuente no pueden ser los medios
de comunicación masiva. Los medios están inhabilitados para brindar
información pormenorizada e ineludiblemente no están facultados para
suplir la comunicación entre un elector y su elegido. Por Dios; si
cada uno de nosotros que tenemos una simple cuenta bancaria,
recibimos del banco un documento llamado estado de cuenta ¿cómo es
que no recibimos un reporte de nuestro delegado en asuntos
políticos?
02. Obligar por ley al cumplimiento
de la entrega de un resumen de gestión sistemático y mensual. Estos
reportes deben ser enviados a cada integrante del sistema
democrático. El reporte del presidente que abarca a la totalidad del
país debe ser expuesta ante la asamblea como es de esperarse. No
obstante: todos los diputados, gobernadores, concejales y demás
cargos de elección popular, deben suplir su reporte de gestión so
pena a sanciones legales.
03. Normalizar por ley, la
estructura y consistencia de tales reportes, desglosados en su parte
económica, clasificados en prioridad y efecto social. Estos
reportes deben estar exentos de publicidad partidista. Se trata de
un funcionario elegido que debe informar, uno a uno de los
habitantes de su circunscripción, sobre lo que hace o dejar de
hacer. Presupuesto asignado y presupuesto ejecutado.
04. Habilitar la recepción de correo
para la recepción de opiniones realizadas por sus electores.
No puede ser que en Venezuela no haya formas practicas de manifestar
una opinión individual siendo el voto el único medio para hacerlo. Esto
es a todas bruces una inconsistencia del sistema democrático.
05. Establecer ciclos trimestrales o
semestrales de asambleas públicas. En los que se atiendan los
aspectos referidos a los reportes recibidos y enviados. Dichas
asambleas deben tener carácter e influencia legal como es lógico
suponer que tengan. Si no se dan la condiciones para que
se celebre un encuentro coherente entre vecinos de una comunidad con
el funcionario elegido para tratar los asuntos de la comunidad a la
que pertenecen, no hay democracia perfectible. Solo seguirá
existiendo una democracia hueca y cesante, cuya dinámica seguirá
viniendo de la providencia de los encargados de turno. Las asambleas
pueden sonarnos incómodas pero jamás podrían ser denominadas como
hipócritas y ciegas. Además la novedad consistiría en que
podríamos fijar posición ante un reporte. Si su Banco le quita
dinero de su cuenta de seguro usted no se quedaría impasible en su
casa sin hacer o decir algo al respecto. El efecto sería el deseado
para librar un proceso como el que describo.
Recientemente por ejemplo; se eligió
una nueva asamblea. No quiero discutir sobre su vigencia o no por
que eso no forma parte de mi sueño de país. Pero resulta que nunca
estos señores (actuales y anteriores) nos han brindado detalles
sobre la labor que han desempeñado. ¿entonces en base a que
votamos?. ¿Cómo podemos saber si nuestro voto apoya o no determinada
política? ¿Cree usted que se puede soñar con una mejor Venezuela si
no tenemos idea de lo que ocurre con nuestro delegado? Al no contar
con un reporte no podemos establecer nunca lo queremos. Si
recibiéramos un detalle ¿no podríamos darle a nuestro país unos
minutos para evaluar nuestra contribución directa sobre el sistema
que nos rige? He aquí nuestra frustración. Amanece un nuevo día, nos
disponemos a cumplir con nuestros deberes y caramba mira todo lo que
ocurre en mi entorno y nada puedo hacer más que escuchar un
noticiero y limitar mi participación a votar cada 3, 4 0 6 años?.
¿Qué clase de democracia es esta?.
Allí se encuentra el sistema de correo
IPOSTEL el cual debería funcionar para garantizar la vigencia del
sistema democrático. ¿Pero nadie lo usa con ese fin?. Igualmente
¿sabía usted que las correspondencias son documentos? En lugar de
estar lidiando con información digerida por un periodista o de un
medio sea del gobierno o privado. Su nexo sería directo y expreso de
la fuente que nos interesa evaluar. ¿de cuando acá los
intermediarios suplen esta actividad? ¿No explica este divorcio la
falta de influencia que tenemos sobre nuestro acontecer?. ¿Si
un funcionario nos reporta directamente, no dejaría de ser éste una
marioneta de un partido político? ¿Dejaría usted en manos de otro la
administración de su dinero? Eso es lo que nos esta ocurriendo en
buena parte. ¿Cree usted que cuando delegamos en los políticos
nuestros intereses colectivos que esa actividad es gratis?.
Salgamos de esta pretensión. No puede existir democracia
verdadera, si no nos responsabilizamos por el destino de nuestros
votos. Por ejemplo: el alcalde de su municipio sale de viaje a
la India a entrevistarse con Sai Baba ¿no debería usted estar
enterado sobre esta particularidad? ¿No tendría en sus manos un
documento con el cual realizar un reclamo formal? ¿podría el
mencionado alcalde desconocer tal aseveración si por ley estaría
obligado en reportarla? Si en su vecindario hay un enorme hueco y en
lugar de sentirse aislado por el sistema y sabiendo usted, que
el 30 de este mes hay una asamblea obligatoria con el encargado de
la solución ¿Dejaría de ir?.
Culturalmente tenemos una gran
debilidad que acompaña estos señalamientos. Nuestro sistema de
correo da pena. ¿cuantos hogares en Venezuela tiene un buzón de
correo así sean un rancho?
Continuara....
P.D. Su opinión para mi es importante.
Me gustaría saber si hay alguien que este leyendo estas líneas que
me anime en continuar.....
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